domingo, 17 de febrero de 2013

Cosas que siempre te han hecho creer y son… MENTIRA

Cuántas veces un amigo con mirada vidriosa se ha quejado de lo difícil que le resulta ligar y con agria expresión te ha recriminado lo fácil que, sin embargo, le resulta a cualquier chica llevarse a un tío al catre? Incluso tus amigas, las emparejadas por supuesto, dicen sin rubor que de estar solteras llevarían la misma vida licenciosa que a ti se te supone.
Piensan las infelices que en cualquier momento del día o de la noche, en el mismo instante en el que sientas el más ligero deseo de yacer con un hombre solo tienes que salir sonriente al mundo y una horda de hombres de todos los tamaños, razas y/o extracción social estarán dispuestos a pasar una noche contigo.
Como ya dije en un post anterior a los hombres no les gusta el sexo. Ellos creen que sí, nosotras creemos que sí, pero la cruda realidad es que todo es FALSO, salvo algunas cosas, ya lo dijo nuestro amado presidente. Tan falso como el ratoncito Pérez o que los pitillo te hacen más delgada.
Supongo que sigues dudosa, incrédula, pensando que seguramente quien escribe esto sea un orco peludo de 320 kgs con halitosis y que dice estas cosas presa del rencor y la frustración. Para tu sorpresa te diré que soy bastante normal incluso en algunos círculos (reducidos, cierto) se me puede considerar hasta pasable. Si mi ejemplo no te vale, conozco otros. Chicas sin vello facial, de proporciones humanas y con un aliento fresco como el aire de la montaña para las que ligar es tan fácil como resolver integrales con un ábaco.
Os pondré un ejemplo, ni siquiera el más sangrante, sólo una breve pincelada de cruda realidad.
Hace unos meses fui a mi ciudad y salí con un grupo de amigos, al final acabamos la noche en un garito un chico y yo. Lo conozco desde hace tiempo y nos llevamos muy bien, incluso (si todavía fuera una ilusa) pensaría que hay cierto feeling. Bien, estábamos bastante animados gracias al ron y empezamos a tontear descaradamente, miradas, roces, todos los preludios necesarios para el momento del gran beso y el posterior encamamiento. Sin embargo, debido a ciertos problemas logísticos, la cosa quedó ahí. Lejos de desanimarme unos días después decidí invitarle a pasar un fin de semana en Madrid, de la forma más natural le dije que si no conocía el estanque del retiro lleno de barbos mutantes no merecía la pena seguir viviendo y que le brindaba esa oportunidad dándole alojamiento en mi pequeña_casa_de_una_sola_habitación_y_una_sola_cama. Entusiasmado me contestó que sí y se presentó al fin de semana siguiente. Hicimos todo lo que se suponía que deben hacer dos amigos incluida la visita al estanque. Hicimos turismo, cenamos por ahí, tomamos unas copas, todo fluía en una cascada de buenrollismo cuando llegó el momento de llegar a casa e irse a dormir. Durante toda la velada nos habíamos comportado como dos buenos amigos que están pasando un buen rato, pero coño! Venía a pasar el fin de semana a mi casa!! en mi cama!! Es natural que me dejara llevar por el entusiasmo y no renunciara a mi polvorón!!.
Nos metimos en la cama, entre risas y tonterías, apagamos la luz, seguimos con risas, me acerqué disimuladamente y justo en ese momento espetó un lacónico buenas noches giró 90 grados y proyectó su culo contra mi barriga haciendo inviable cualquier tipo de acercamiento.
Después de eso quedaban todavía 48 horas de incómoda convivencia y francamente a pesar de que es un gran tipo y nos divertimos mucho juntos la cuestión es que tenía una tarea que cumplir y se había comportado como cualquier cuadrilla de rumanos dejando todo a medias, el piso empantanado y sin ninguna pista de que tuviera pensado finiquitar la obra.
Es obvio que tienes que soportar con estoica humildad los desplantes de la cuadrilla de rumanos, el techo de tu baño depende de ello y que tu casa no se convierta en el epicentro de la peste negra también. Pero en el caso de un amigo al que se le pide algo tan sencillo como que te eche un polvo y se comporta de manera tan negligente no hay que andarse con miramientos, un simple vistazo a la web advirtiéndole de que las tarifas de vuelta son mucho más baratas el sábado que el domingo será suficiente.
Tengo más ejemplos pero creo que de momento es suficiente. Quédate con lo importante, te han mentido, tus padres, tus amigos, el cine e incluso la música te ha mentido sistemáticamente. Verbigracia

Los hombres ni caen del cielo, ni caen en la cuenta. Sinceramente ni siquiera nos caen bien.

3 comentarios:

  1. No puedes tener más razón, los tíos no caen en nada de nada.......
    En fin, hombresssssssssss

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  2. Bueníiiiisimo! por favor publícalo en el Marca. Ellos deben saberlo.

    Fd. otra que no es un orco

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  3. Hay que joderse como sois las tias, si vas al grano e intentas seducirlas ...te llaman salidorro y muchas otras cosas mas que no me atrevo nia apronunciar y si por el contrario intentas ir de legal reprimiendo tus deseos carnales seguro que te llaman maricon o algo peor .... perdonar pero no hay quien os entienda. Esco

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